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martes, 19 de julio de 2011

PUBLICIDAD… ¿ENGAÑOSA? PORQUE NO EXITEN MILAGROS EN ALIMENTACIÓN

A la hora de hacer publicidad de los alimentos se solían hacer alegaciones de salud afirmando una mejora afirmando poseer propiedades de mejora y prevención de diversas enfermedades. Pues bien, en la Unión Europea, la legislación referente a este grupo de alimentos está aún sin determinar, sigue en construcción, por lo que cada estado miembro puede  interpretar lo que propone la Comisión Europea de Acción Concertada sobre Bromatología Funcional en Europa (FUFOSE) de una u otra manera.


Lo que sí queda claro es que sólo están permitidas dos alegaciones en lo referente a la publicidad de estos alimentos funcionales, dentro del contexto de una dieta global y asociadas a alimentos que se consumen de manera normal nuestra dieta.  Son: alegaciones de funciones de mejora y de reducción del riesgo de enfermedades, expresando siempre las mismas de forma que no sea completamente afirmativa, puesto que, en ese caso, pueden confundir al consumidor.  Por ejemplo en etiquetados de leche enriquecida en calcio se puede leer: el consumo de calcio puede ayudar a reducir el riesgo de padecer osteoporosis, pero nunca se afirma que lo reduzca a toda la población y de manera generalizada.

Hasta aquí todo normal. Pero… ¿Qué pasa con los anuncios en la televisión, revistas, etc…? La mayoría, si os fijáis bien, lanzan mensajes subliminales que llevan a la confusión más absoluta de los consumidores que no tienen nociones sobre nutrición y por tanto se fían de todo lo que aparece en los medios. Muchos análisis se han hecho al respecto. Sin ir más lejos, en 2009, se publicó en la revista científica “Nutrición Hospitalaria” un artículo llamado: Publicidad y alimentación: influencia de los anuncios gráficos en las pautas alimentarias de infancia y adolescencia, en el que se concluyó que los alimentos hipercalóricos ofertados a menores en los espacios publicitarios de la programación infantil no son los adecuados para una dieta óptima.  En el siguiente enlace se encuentran algunos de los anuncios controvertidos que más se han criticado: http://noesunamanzana.blogspot.com/2006/11/publicidad-de-alimentacin-engaosa.html. Por supuesto hay muchos más, basta con echar una ojeada a internet y/o ver la televisión con mayor detenimiento y crítica.

Los grupos de población más vulnerables son los infantiles y adolescentes, así como las personas mayores de 70 años debido a la desinformación que poseen al respecto, lo que da lugar a una mayor ventaja por parte de los publicistas.

Pues bien, ahora se ha puesto en marcha la Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición, en la que se prohíben los ítems expuestos a continuación:
 a) Cualquier referencia a propiedades curativas o preventivas de los mismos.
 b) La utilización como respaldo del alimento de cualquier clase de autorización, homologación o control de autoridades sanitarias de cualquier país.
 c) La aportación de testimonios de profesionales sanitarios, de personas famosas o conocidas por el público o de pacientes reales o supuestos, como medio de inducción al consumo.
 d) La utilización de avales de fundaciones o instituciones de índole privada o de personas que aparenten un carácter sanitario, sin reunir tal condición.
e) La promoción del consumo de alimentos con el fin de sustituir  el régimen de alimentación o nutrición  comunes, especialmente en los casos de maternidad, lactancia, infancia o tercera edad.
 f) La indicación de que el uso o consumo del alimento promocionado o publicitado potencia el rendimiento físico, psíquico, deportivo o sexual.
 g) La referencia a su uso en centros sanitarios o a su distribución a través de oficinas de farmacia.
 h) La utilización del término “natural” como característica vinculada a pretendidos efectos preventivos o terapéuticos.
 i) Y, en general, la atribución de  efectos preventivos o terapéuticos específicos que no estén respaldados por suficientes pruebas técnicas o científicas acreditadas

¿Qué pasará ahora? Yo sigo viendo anuncios con personajes famosos asegurando que el producto que anuncian es bueno para….

Esperaremos un tiempo a ver si lo modifican, aunque es curioso…. ¿Tan bien le sienta el yogur a Carmen Machi que ella sale tapada hasta arriba mientras que a la que se lo aconseja sale en bikini en la playa? Son cosas que no tienen sentido y que hacen pensar…Por supuesto no quiero desmerecer a la actriz. Sólo me gustaría ponerme en el lugar de los creadores de anuncios de alimentos por un día y saber qué les pasa por la cabeza cuando diseñan un anuncio. A veces creo que lo que verdaderamente piensan es que el consumidor es un robot al que se le puede almacenar cierta información que le llevará a realizar unos actos (en este caso de compra) sin cuestionarse el por qué. Simplemente consumirán ese producto. Lo que no saben, o creo que no saben, es que, por suerte cada vez hay más nutricionistas y profesionales de la salud que pueden rebatirlos. Ahora jugamos dos equipos casi con la misma ventaja: publicistas y especialistas en nutrición y salud.

Os animo, por tanto, a no comprar indiscriminadamente todo lo que se publicita en los medios sin contrastar primero información. Leed bien el etiquetado nutricional y la letra pequeña en la que aparecen consejos para el consumo.

lunes, 4 de julio de 2011

COLESTEROL: ¿CÓMO CONTROLARLO?

Buenas tardes:

Como prometí a alguno de vosotros voy a hablar del colesterol  y de qué alimentos necesitamos para mantener  los niveles adecuados del mismo en nuestro organismo.

Me gustaría aclarar primero que el colesterol es totalmente necesario para las membranas de nuestras células, por lo que los anuncios tipo: "Me he hecho un análisis y...Tengo colesterol...." son una mera forma de engañar al consumidor, que en muchos casos llega a pensar que el colesterol es malísimo cuando verdaderamente no es así. Hablando llanamente podemos decir que existen dos tipos de colesterol, comúnmente denominados colesterol malo (LDL) y colesterol bueno (HDL). La población general los conoce con este nombre debido a que el HDL (lipoproteína de alta densidad) ayuda a transportar el colesterol de los tejidos al hígado, ayudando así a su excrección, mientras que el LDL (lipoproteína de baja densidad) se encarga de transportar el colesterol hacia las células.  En su conjunto, los niveles totales de colesterol no deben superar los 200 mg/dl, suponiendo un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares si los niveles son superiores a 240 mg/dl.

Los niveles elevados de colesterol están directamente relacionados con un mal estilo de vida, aunque también tienen un alto potencial genético hereditario, siendo el principal problema la acumulación y adhesión a las arterias y sus derivativos problemas coronarios que pueden llegar, en casos extremos, a producir la muerte.

Los alimentos que contienen mayor cantidad de colesterol son los alimentos grasos de origen animal como las carnes rojas, mantequillas, embutidos, patés, huevos....Tampoco es aconsejable el consumo de alimentos con elevada cantidad de grasas saturadas como son los lácteos enteros, quesos y bollería y pastelería industrial, entre otros. Sin embargo existen otro tipo de alimentos, como por ejemplo los ricos en fitoesteroles que ayudan a reducir sus niveles puesto que como tienen una estructura similar, compiten en la absorción con el colesterol. Estos fitoesteroles (ingrediente funcional) se encuentran en productos de origen vegetal y sobretodo en plantas oleaginosas como el maíz o la soja. Las nueces, los cereales y los pescados azules son otra buena opción a la hora de elegir alimentos que ayuden a reducir y mantener los niveles de colesterol.

Otra observación por parte de la publicidad que "engaña" al consumidor, hace referencia a los aceites o productos vegetales en los que se puede observar en su etiquetado "No contiene colesterol". ¡Claro que no lo tiene! puesto que este sólo lo encontraremos en productos de origen animal.

Para terminar dar unos consejos de estilo de vida saludable que pueden ayudar a reducir sus niveles como son:

1. No fumar
2. Hacer ejercicio de forma regular
3. Aumentar el consumo de frutas (mejor con piel), verduras y hortalizas
4. Disminuir el consumo de embutidos, carnes grasas, mantequillas, así como de bollería industrial.
5. Consumir más cereales integrales, ya sea pan, cereales de desayuno o pastas.
6. La leche mejor que sea desnatada o semi-desnatada
7. Comer al día 2-3 nueces 
8. El aceite de oliva virgen extra para cocinar y para condimentar los platos  es la  elección más saludable
9. Comer  pescado y carnes procedentes de ave (sin piel)
10. No abusar del marisco y los crustáceos
11. Moderar el consumo de sal
12. Evitar el consumo de alimentos precocinados